Desde el libro "De aldeas a ciudades, de J.Armendariz)
Murugain, asentamiento del Hierro Antiguo-Final, se encuentra a caballo entre el Valle del Aragón y el del Zidakos, a una altitud de 9230 metros. Tenía una superficie de 4.100 m2, y los poblados mas cercanos eran El Castillo de Sabaiza a 2 km. y El Castillo de Leotz a 3,2.
Existen dos fuentes en sus proximidades (Usabal y del Prado), así como dos barrancos que nacen en las faldas de esta cumbre (Resa y Usabal).
Historia del yacimiento y bibliografía
Inédito. Su descubrimirnto tuvo lugar en 2004 tras la apertura de un camino carretero de servicio para el Parque Eólico de Uzquita, cuyo seguimiento arqueológico lo ha llevado a cabo la empresa Olcairum.
Sistema defensivo
Sistema defensivo
Actualmente no conserva ningún tramo de muralla a la vista. La zapata de cimentación de un aerogenerador eólico determina que en su flanco occidental no mantiene ningún paramento in situ, si bien se advierte la acumulación de piedras que sin duda perteneció a la muralla. Mejor pronóstico presenta un talud de tierra y piedras que delimita el recinto al noroeste, donde no dudamos que conserve soterrada su cimentación.
En cualquier caso, a pesar de su estado actual estamos convencidos que por la disposición espacial que adopta este castro habría tenido todo su perímetro cercado por muralla, el mejor testigo o testimonio en este caso nos lo proporciona la toponimia, pues el nombre euskériko de Murugain se traduce como "Alto del muro", siendo muru voz vasca con acepción de "muralla".
La apertura en la primavera de 2004 de un camino carretero que recorre el cerro de este a oeste ha seccionado transversalmente tres niveles artificiales de bancales concéntricos al hábitat que dejan a las claras su naturaleza antrópica y datación protohistórica, pues en realidad son fosos defensivos concéntricos al castro que están colmatados por sedimentos desde antiguo. El perfil del foso descubierto al norte tiene sección en "u" y el fondo de su cubeta presenta una orografía mas suave que la septentrional, se conservan en peor estado y muestran una anchura estimable entre los 3 y 5 m.
En definitiva, Murugain, es un castro cumbrero cuya acrópolis estuvo defendida por muralla, complementada al exterior por una o varias líneas de foso y seguramente con estacadas sobre su contraescarpa. Habría dispuesta de una rampa de aproximación y acceso al hábitat de tipo helicoidal, probablemente siguiendo el sentido de las agujas de reloj.
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En cualquier caso, a pesar de su estado actual estamos convencidos que por la disposición espacial que adopta este castro habría tenido todo su perímetro cercado por muralla, el mejor testigo o testimonio en este caso nos lo proporciona la toponimia, pues el nombre euskériko de Murugain se traduce como "Alto del muro", siendo muru voz vasca con acepción de "muralla".
La apertura en la primavera de 2004 de un camino carretero que recorre el cerro de este a oeste ha seccionado transversalmente tres niveles artificiales de bancales concéntricos al hábitat que dejan a las claras su naturaleza antrópica y datación protohistórica, pues en realidad son fosos defensivos concéntricos al castro que están colmatados por sedimentos desde antiguo. El perfil del foso descubierto al norte tiene sección en "u" y el fondo de su cubeta presenta una orografía mas suave que la septentrional, se conservan en peor estado y muestran una anchura estimable entre los 3 y 5 m.
En definitiva, Murugain, es un castro cumbrero cuya acrópolis estuvo defendida por muralla, complementada al exterior por una o varias líneas de foso y seguramente con estacadas sobre su contraescarpa. Habría dispuesta de una rampa de aproximación y acceso al hábitat de tipo helicoidal, probablemente siguiendo el sentido de las agujas de reloj.
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Cultura material
Hasta la fecha los materiales cerámicos exhumados se clasifican exclusivamente en el Hierro Antiguo, con buenos paralelos formales con PII de Cortes (vasitos de cuello vertical, catinos o escudillas de paredes rectas con pie, etc.). También se han recuoerado fragmentos de molinos de mano barquiformes y dos agujas con cabeza perforada de bronce de 13 cm. de longitud.
Valoración
Valoración
La historia del descubrimiento de este castro es paradigmática, pues pese a que la prospección superficial de la cumbre que ocupa previa a la apertura del camino para el parque eólico no proporcionó restos arqueológicos de especial consideración, ha sido precisamente con la construcción de esta estación generadora de electricidad cuando han aflorado por primera vez niveles y materiales estratificados de la Edad del Hierro. Los miembros de la empresa Olcairum, siguiendo órdenes del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno Foral, han localizado y excavado una cubeta sedimentada con restos del Hierro Antiguo correspondientes a una casa semirupestre, que por su estructuración negativa se había salvado de la paulatina destrucción que ha sufrido este yacimiento durante las últimas décadas.
A partir de este descubrimirnto, el exhaustivo reconocimiento que hemos hecho del lugar ha permitido identificar con bastante nitidez su estructuración castreña. Por los materiales recuperados en la zona hasta la fecha, que no son muchos, todoparece indicar que su fundación se remonta a la fase antigua de la Edad del Hierro, no localizando de momento restos arqueológicos atribuibles a un momento anterior ni posterior.
El castro ocupa posición muy relevante desde el punto de vista geoestratégico, pues se levanta en una cumbre del interfluvio entre los ríos Aragón al este y Zidakos al oeste. Está en la misma línea que los de el Castillo de Sabaiza y Salbatore a oriente y el Castillo de Leotz y Gazteluzar a occidente; por tanto, constituye la pieza fundamental que posibilita la comunicación visual entre unos y otros y, en su conjunto, jalonan una vía de comunicación entre los valles del Aragón y Zidakos. Esta habría sido la razón fundamental de su existencia, pues a esta altitud, con la difícil topografía que domina esta sierra interfluvial, la población que lo habitó difícilmente habría podido desarrollar actividades agrícolas en su teórico territorio económico, pues sus efectivos humanos necesariamente se habrían dedicado a la explotación de los recursos del monte y al pastoreo de animales. Quizás ésta es la razón por la que el castro de Murugain no ha conservado su estructuración interior y apenas ha dejado restos arqueológicos en sus inmediaciones.
El hecho de que localicemos por su superficie y en las cubetas sedimentarias de los fosos defensivos que rodean el recinto abundantes pellas de barro indica que sus viviendas se levantaron con arquitecturas efímeras, compuestas de postes, palos, manteados de barro y cubiertas vegetales. Por último, en el estado actual del conocimiento que tenemos sobre este castro, no descartamos que el descubrimiento de nuevos materiales permita prolongar diacrónicamente su secuencia hasta el final de la Edad del Hierro, como ocurre en casi todos los castros estudiados en esta comarca.
Estado de conservación
A partir de este descubrimirnto, el exhaustivo reconocimiento que hemos hecho del lugar ha permitido identificar con bastante nitidez su estructuración castreña. Por los materiales recuperados en la zona hasta la fecha, que no son muchos, todoparece indicar que su fundación se remonta a la fase antigua de la Edad del Hierro, no localizando de momento restos arqueológicos atribuibles a un momento anterior ni posterior.
El castro ocupa posición muy relevante desde el punto de vista geoestratégico, pues se levanta en una cumbre del interfluvio entre los ríos Aragón al este y Zidakos al oeste. Está en la misma línea que los de el Castillo de Sabaiza y Salbatore a oriente y el Castillo de Leotz y Gazteluzar a occidente; por tanto, constituye la pieza fundamental que posibilita la comunicación visual entre unos y otros y, en su conjunto, jalonan una vía de comunicación entre los valles del Aragón y Zidakos. Esta habría sido la razón fundamental de su existencia, pues a esta altitud, con la difícil topografía que domina esta sierra interfluvial, la población que lo habitó difícilmente habría podido desarrollar actividades agrícolas en su teórico territorio económico, pues sus efectivos humanos necesariamente se habrían dedicado a la explotación de los recursos del monte y al pastoreo de animales. Quizás ésta es la razón por la que el castro de Murugain no ha conservado su estructuración interior y apenas ha dejado restos arqueológicos en sus inmediaciones.
El hecho de que localicemos por su superficie y en las cubetas sedimentarias de los fosos defensivos que rodean el recinto abundantes pellas de barro indica que sus viviendas se levantaron con arquitecturas efímeras, compuestas de postes, palos, manteados de barro y cubiertas vegetales. Por último, en el estado actual del conocimiento que tenemos sobre este castro, no descartamos que el descubrimiento de nuevos materiales permita prolongar diacrónicamente su secuencia hasta el final de la Edad del Hierro, como ocurre en casi todos los castros estudiados en esta comarca.
Estado de conservación
Bastante malo. La concentración de parcelas agrícolas ha desmantelado los límites meridional y noroccidental del castro. Es muy posible que buena parte de lapiedra de su muralla se utilizara en la construcción del cercano Corral de Ciriza, que es una rústica edificación en sillarejo con cubierta de lajas de piedra, arruinada en la actualidad, digna de ser conservada por su valor etnográfico. La apertura de un camino y la caja para la cimentación de un aerogenerador en su cumbre ponen en evidencia que el yacimiento apenas tiene fondo arqueológico, causado fundamentalmente por el laboreo agrícola y la reutilización de los materiales pétreos en edificaciones agrícolas y pastoriles de la zona.
