jueves, 21 de marzo de 2013

01.13 Puyo Redondo - Edad de Bronce-Hierro Antiguo


Puyo Redondo es con el Castellar, y la Fosa Sepulcral de La Saga uno de los lugares donde quedan demostrados asentamientos de la Edad del Bronce en "Gure Lurra – Nuestra Val".

Poblado del Bronce Final y ocupado hasta el Hierro Antiguo-Final, situado en el término municipal de Kaseda, en la Bardena de Kaseda.




Se encuentra enclavado en un "cerro testigo", a una altitud de 464 m.s.n.m., desde el que se divisa una gran extensión de terreno.
La superficie era de 8.000 m2, 3.000 en el primer recinto y 5.000 en el segundo. Distaba del poblado de El Caneluche 3,7 km.

En la actualidad no existen manantiales en las cercanías y el río Aragón pasa a 4 km. al oeste. Durante siglos y en la Bardena de Kaseda las personas han bebido agua de balsas y pozos.

Aun cuando se le ha nombrado y se ha escrito de él con diferentes toponimias: Puioredondo (1773-Protocolos Notariales de Cáseda), Puiorredondo (1801), Puyo Redondo (1758-Protocolos Notariales de Oibar), Poyo Redondo (1897), en varios textos Pueyo Redondo, Puy Redondo, Puiredondo, Corral de Muro; en algunos documentos consta además como "Podio Rotundo" debido a su forma. Nosotros utilizaremos sobre todo Puyo Redondo, con el que mas se denomina en Kaseda.


(Desde el libro "De aldeas a ciudades, de J.Armendariz)

Sistema defensivo
"Por el tipo de emplazamiento (un destacadísimo cerro-testigo de forzadas pendientes), la protección del recinto superior o acrópolis del castro se llevó a cabo complementando el desnivel del terreno con una muralla levantada sobre el reborde de la plataforma del cabezo, de la que quedan algunos vestigios en el sector septentrional en forma de paramentos de sillarejo en piedra de arenisca local, En ese mismo punto del perímetro se localizaba la puerta de entrada, a la que se llegaba ascendiendo una rampa de acceso helicoidal al cerro, en el sentido de las agujas de reloj, que atravesaría el recinto auxiliar de casas adaptado a la ladera meridional del cerro; se conserva parcialmente la impronta de esta rampa en laladera noroeste, ya que su tramo final ha sido destruida por una antigua cantera de piedra y la construcción de un camino moderno para acceder a la cumbre.

Del segundo recinto o auxiliar - que muy desfigurado por los procesos geomorfológicos - se conserva un pequeño lienzo de muralla en la base meridional del cerro, sobre el que se levantan estructuras de hábitat; arquitectónicamente presenta las mismas características técnicas y morfológicas que la de arriba. Por último, en la ladera noroeste, bajo la rampa de acceso. se reconocen dos pequeños y estrechos tramos de bancales de indudable carácter defensivo, a modo de barreras avanzadas (fosos y/o empalizadas).


(Dibujo de J.Armendariz (De Aldeas a Ciudades))

Cultura material
Presenta abundantes restos cerámicos correspondientes a vajilla del Hierro-Antiguo (tanto de las variedades pulidas o bruñidas como otras mas toscas), así como pinturas celtibéricas (en algunos casos con motivos pintados al manganeso representando semicírculos concéntricos) asociados a un nivel de incendio del Hierro Final. Son también frecuentes los molinos de mano en piedra arenisca. Tenemos noticias del hallazgo de un alfiler de bronce rematado con cabeza vasiforme.

Valoración
El Puyo Redondo de Kaseda es un ejemplo paradigmático de asentamiento emplazado en la pequeña cumbre de un cerro exento y que ofrece una altitud relativa respecto a su entorno mas inmediato por encima de los 50 metros. Las posibilidades estratégicas que le regala la topografía se vieron reforzadas en la Edad de Hierro con la construcción de una muralla que cerraba todo su perímetro, así como un complejo sistema de acceso por rampa helicoidal y línea de barreras avanzadas. Probablemente no resultaron del todo eficaces ya que un potente nivel de incendio en el Hierro Tardío, que arroja abundantes troncos quemados junto a vajilla celtibérica de esa época, podría delatar una destrucción violenta del solar.

Excavaciones clandestinas han dejado en este recinto parcialmente a la vista estructuras de habitación angulosa (probablemente de planta rectangular de no mas de tres metros de anchura y unos 7 de fondo, con zócalos de piedra y muros medianeros), hogares, suelos, etc., donde afloran abundantes restos de menaje doméstico. El descubrimiento que hemos realizado de ese mismo tipo de viviendas (con zócalos de sillarejo en arenisca) y cronología (asociadas a cerámicas celtibéricas), así como un lienzo de muralla que las delimita al sur, parece indicar que en una fase avanzada de la Edad del Hierro el poblado inicial se expandió por toda su ladera suroriental, sin que se pueda delinear su exacta delimitación debido a la fuerte erosión que muestra el terreno así como a la construcción de un corral en sus proximidades que podría haber arrancado para su edificación las piedras de su posible estructuración defensiva. Curiosamente se le denomina el "Corral del Muro", topónimo de referencia este último que, como es bien sabido, parece indicar la existencia en el pasado de una gran muralla en la zona.

A los pies de este cerro discurre la Cañada de los Roncaleses, camino de uso humano secular que comunica la Montaña Navarra con la zona de las Bardenas Reales; esta vía pecuaria conecta directamente este poblado con el de La Encisa en Carcastillo, así como con otros de la zona norte, siendo el mas septentrional el Castillo de Uscarres.

Estado de conservación
En los años 70 u 80 del siglo XX, este yacimiento ha sufrido una irreversible destrucción ocasionada con la apertura de una cantera en su cumbre para la extracción de piedra arenisca, que ha reducido considerablemente la superficie susceptible de excavación arqueológica. También se documenta otra cantera de piedra en el ángulo septentrional del recinto, mucho mas pequeña y de mayor antigüedad que la anterior, que en este caso ha desfigurado el tramo final de la rampa de acceso. Por último, rebuscas arqueológicas no autorizadas hechas por un vecino de Carcastillo han sacado a la luz algunas estructuras domésticas, que con el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y el pastoreo del lugar se están degradando a gran velocidad 





En 1955 en el entorno de Puyo Redondo, los que realizaron el informe llamaron en el "Corral de los Arcos", realmente el Corral de Rada; fueron encontradas


Igualmente en el año 1.999, aunque se sabía de su posible existencia de antes, fue hallada muy cerca de Puyo Redondo, y también datada en la Edad del Bronce, la 


Y después de que Puyo Redondo fuera habitado hace mas de 2000 años... siguió siendo utilizado...

Puyo Redondo en la historia:

Aparece en varios libros históricos, muchos de ellos tomados sus datos y repitiendo lo de anteriores, hacemos una reseña de algunos de ellos.

Año 924, aparece en la historia escrita por los árabes sobre sus invasiones, y en concreto en la campaña de ese año 924 el cronista de Abderramán III, nombra a Puyo Redondo, en su avance desde Zarrakastelu

Enero de 1129. ( Sos del Rey Católico)
            Alfonso I , el Batallador, concede el Fuero de Cornago a los de Encisa. ( Según Muñoz, estaba en el archivo del Mº de la Oliva, cajón de Privilegios Reales. Desaparecido, no figura en el “Becerro de la Oliva”. Sólo conservamos la versión publicada por Muñoz).
            Crismón. Transcripción
“ En nombre del Sr. Jesucristo: esta es la carta de los buenos fueros que yo hago, Rey Alfonso, Rey por la gracia de Dios, a vosotros pobladores de Encisa, de la Bardena, de media Bardena y de Pueyo Redondo, de la Almenara y de Uncastillo, y de aquella agua de Castillo Ciscar y de aquel término de Figarol, a quienes aquí estais y a quienes vinieran a a habitar, os hago esta escritura, para que tengais vuestras heredades , defendidas antes y después:........."
.................................................................
Y son aquellos términos de Encisa, de media Bardena en uso, de Almenara desde dentro, y de Podio Redondo y de Aragón hacia fuera; y en aquel término que tenían los de Carcastillo y Figarol.
Que los hombres de Encisa no tengan ninguna “ fossatera”, ( Barrera).
La mitad de las hierbas, vuestras para siempre”.
            Signo del rey Alfonso y del Rey Ramiro.
En 1134 el rey García el Restaurador, por ser buena tierra para pastos de ganado lanar lo dona a Bernardo, abad de Scala Dei, para que fundara para el Cister el Monasterio de la Oliva.

La tabla antigua de la fundación empieza así:
"Anno MCXXXIIII post Nativitatem Domini, placuit regi Garsiae Ranimirez, ad abbatiam onstruendam secundum ordinem Cisterciensium donato Bernardo Abbati de Scala Dei villam de Encissa cum ómnibus terminis, pascuis et pertinentiis suis".

"Separados amigablemente los dos reinos de Navarra y Aragón,
que por tantos años habían estado unidos, eligieron los
navarros por su rey a D. García Ramírez e l Restaurador,
hombre sagaz, de grandes dotes políticas y por todo extremo
valeroso, quien, el mismo año de su ascensión al trono de
Pamplona—como así se llamaba entonces a nuestra Monarquía
pirenáica—o sea en la era 1172 y año de Cristo 1134,
tomó la iniciativa de trasplantar en España el sagrado Orden
del Cister, que tanto contribuyó a la civilización y cultura
europeas durante les siglos XII y XIII, fomentando el orden y
la moral, el conocimiento de las ciencias y artes humanas, la
agricultura e industria.
.....................................
Dirigióse el Rey, en demanda de religiosos, a la Abadía de
Scala-Dei (cuyas ruinas se muestran todavía en lugar apacible
y encantador, en la vertiente de los Pirineos Centrales, entre
Tarbes y Lourdes) la cual destacó de su seno dos monjes,
presididos por el santo abad Bertrando discípulo del propio
San Bernardo, que todavía vivía a quien donó, a este efecto,
por documento fechado en Tudela, el lugar de la Encisa,
en Navarra—hoy desaparecido con sus términos, diezmos
y pastos «para constituir, a honor de Dios y de la Santísima
Virgen, una Abadía, según el Orden del Cister»
He aquí el documento de fundación: «Yo Don Garcia, por la gracia de Dios, rey de los Pamploneses, con mi mujer e hijos, dono a Dios y a Santa María y a Don Bernardo abad de Scala-Dei, por la salud de mi alma, el lugar de la Encisa, con los diezmos, pastos y cuanto le pertenece, para edificar una Abadía según el Orden del Cister. Y el que os hiciere alguna contradicción me pechará a mí mil sueldos y perderá mi amor. Y son los términos de la Encisa de media bardena arriba y de almenara adentro, y de Pueyo redondo abajo y de Aragón afuera. (Signo del rey D. Garcia).
(Traducción del documento que existía, en latín, en el Archivo del Monasterio; en el último año de su reinado confirmólo, D. García añadiendo el castillo de Munión. P. Moret.)

1149/1150 Se deduce igualmente del examen de los documentos sobre los sotos donados por el rey Teobaldo II.  Según ellos el término de La Oliva llega hasta Puy Redondo y hasta el Congosto de Carcastillo. Como éste está pegando con el río Aragón, podemos identificarlo con el término «Aragón» de la donación de 1134. Luego, si el término de La Oliva llega hasta Puy Redondo abarca dentro del mismo a la Encisa, y por la tanto no son donaciones distintas. De esta manera se deshace una de las objeciones más importantes contra la carta fundacional de García Ramírez: «En primer lugar es de notar que los terrenos que D. García cedió al abad de Scala Dei, casa madre de La Oliva, no es el sitio donde se fundó el Monasterio sino otro distinto». Creemos, pues, que en sentido estricto pueden distinguirse los lugares de la Encisa y de La Oliva, pero en sentido amplio esta última está englobada en la primera aunque después por la fundación del Monasterio de la Oliva, quedó eclipsada la denominación primitiva..

1210 y en el Becerro de La Oliva, fol. 2v. y 3r. Pedro II confirma al abad Aznar y al Monasterio de La Oliva las donaciones de sus antecesores y dice: '"Damus. etiam et assignamus términos sicut jam in alia carta dati et assignatí sunt eodem loco de Encisa, de media bardena in susum et de podio de almenara intus et de Podio Rotundo in susum.

1230 Noticia de construcción por Sancho el Fuerte de los castillos de Estaca, Sancho Abarca, Peñaflor, Pueyo Redondo y Mirapeix.

Nota:
El hecho de encontrarse Puyo Redondo a poco mas de 3 km. de Zarrakastelu, y a mas de 18 de Kaseda, y también por el hecho de no estar delimitados como actualmente los términos municipales de ambos municipios, hace que en muchos escritos y documentos conste como que pertenece a Carcastillo y a la merindad de Tutera, en vez de a Kaseda y a la de Zangoza. Este error va pasando de unos a otros textos.

En 1766, el jesuita Joseph de Moret publica "Annales del Reyno de Navarra" e "Investigaciones Históricas de las Antigüedades del Reino de Navarra" en las que cita a Puyo Redondo. Es de estos textos a los que mas tarde se hace referencia en muchas publicaciones. 

En 1827 aparece en el

En 1840 Yanguas y Miranda publica su
En 1849 en el
En 1850 aparece en el Diccionario de Pascual Madoz


Entre 1917 y 1925 Julio Altadill en "Geografía Histórica de Navarra - Los Despoblados" escribe:
PODIO ROTUNDO, PUEYO REDONDO
Estuvo situado el pueblo que de esos dos modos hallamos citado en jurisdicción municipal de Carcastillo, partido judicial de Tudela, al Norte de dicha villa, claramente marcado por Coello en su Mapa de Navarra. En el fuero que el Monarca apodado “Batallador„ concediera a Carcastillo, (el fuero de Medinaceli) sin fecha, agregó a la villa los terrenos comprendidos desde Pueyo Redondo (Podio rotundo) hasta las Peñas de la Vigía. Hace también mérito de este despoblado el Sr. Madrazo en el tomo 3.º de su conocida obra. Mañé y Flaquer, en su obra El Oasis página 112 del tomo 1.º cita otro punto con el nombre mismo de este despoblado, pero ninguna relación guardan uno y otro.

En 1963 Hermenegildo Marin en su libro "Monasterio de la Oliva: Fundador y Fecha Fundacional" escribe en la Pag. 44 sobre Puyo Redondo:
PIEDRA FUNDAMENTAL: LA CARTA DONACIÓN DE 1134.
El eximio historiador de Navarra, P. Moret en sus citados Anales dice: «Y dentro del mismo año (1134), aunque sin expresar mes, hallamos en el archivo del real monasterio de Santa María de la Oliva el instrumento original de su fundación, hecho por el rey D. García que parece quiso comenzar su reinado para prosperarle con este insigne acto de piedad y veneración a la Virgen María cuyo singularismo devoto fue. Y en tanto grado de la Orden Cisterciense, que comenzaba a florecer y propagarse entonces con grande opinión de observancia y santidad, que apenas se sentó en el solio Real, cuando trajo a Navarra sin que le embarazase la turbulencia de las guerras para las que se prevenía, ni el mal estado del erario público, donando por esta carta Real, que es la era de 1172, a Bernardo Abad de Scala Dei, para fundar una Abadía del Orden del Cister en el lugar de la Encisa, cuyas ruinas se reconocen a media legua de la Oliva, con todos sus términos que va señalando desde la mitad de la Bardena arriba de Almenara adentro, de Pueyo Redondo abajo y del río Aragón afuera. Y esto es lo primero que poseyó aquel monasterio» (12)

(12) En Annales, Moret pág. 264, dice "Hallamos"... Afirma, pues, haber visto la carta.

Mapa de Puyo Redondo con respecto a Zarrakastelu y La Oliva, monasterio al que fue donado por García Ramírez.

Tanto Moret como otros cronistas han objetado o resuelto observaciones sobre el documento de donación de 1134, aquí las referentes a Puyo Redondo y su localización.
3.—«Figura la palabra Aragón en contraposición al reino de los Pamploneses cosa poco probable en aquellos primeros tiempos».
El argumento tendría desde luego su fuerza, si la palabra Aragón se refiriese al reino fronterizo, y no por la razón que da D. Vicente, sino más bien porque parece incongruente poner como límite de una donación concreta la línea vaga de una frontera, pues como dice muy bien Ubieto, en un estudio sobre esta misma línea divisoria: «Los límites de los reinos medievales fueron siempre imprecisos» 21, pero es que nosotros creemos fundamentalmente que la palabra Aragón se refiere al río del mismo nombre, que ha sido siempre uno de los límites naturales del Monasterio de La Oliva.
Del solo examen del documento no puede sacarse la solución, ya que en él aparece la palabra Aragón solitaria sin nada que determine su significado: «Et sunt illos terminos de encisa de media bardena en suso et de almanara enentro et de puiredondo en suso et de Aragon en fueras». El P. Moret, al traducir
el párrafo citado del instrumento de García Ramírez determina el significado en el sentido que propugnamos: «con todos sus términos que va señalando desde la mitad de la Bardena arriba, de Almenara adentro, de Pueyo redondo abajo y del río Aragón afuera». 
La determinación definitiva la tiene que dar la topografía, y ésta favorece plenamente nuestra opinión. En el plano adjunto 24 pueden verse determinados, sin lugar a dudas, las Bardenas y Pueyo redondo. Quedan por determinar Aragón y Almenara. Dada la oposición relativa: Bardenas-Pueyo redondo, Aragón-Almenara, si se puede demostrar que Almenara se encuentra en la línea fronteriza, indudablemente la palabra Aragón se encontrará en el lado opuesto a la frontera y tiene necesariamente que aplicarse al río. Aunque la denominación de Almenara no ha sobrevivido en la toponimia actual, efectivamente estaba situada en la frontera como se deduce de una sentencia del año 1216 en un pleito entre el Monasterio y los Caballeros de San Juan de Catiliscar. En esta sentencia aparece cómo los monjes consideraban propio del Monasterio todo el término que va desde Puy del Almenara hasta Puy Redondo, y como precisamente era lo mismo que los de Catiliscar pretendían que era suyo, es natural que Almenara estuviera en la zona de fricción de ambas partes contendientes hacia Catiliscar, esto es: en la frontera con Aragón. Concluímos, por lo tanto, que Aragón está en el lado opuesto y es el río del mismo nombre. Otra conclusión importante, es que la donación de 1134 incluye dentro de su límite el sitio real de La Oliva, y que por lo tanto los documentos de Ramón Berenguer IV de 1149 y de D. García de 1150 no tienen por objeto donaciones distintas. No son más que confirmaciones del primero. Se deduce de la generalidad de la donación global: «del río Aragón afuera». 

Puyo Redondo es con el Castellar, y la Fosa Sepulcral de La Saga uno de los lugares donde quedan demostrados asentamientos de la Edad del Bronce en "Gure Lurra – Nuestra Val".