Carta Arqueológica del término municipal de Sangüesa, de
JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA
Sangüesa, junio, 1981
VILORÍA
El corral de Viloria se encuentra
en dirección Este pasado el kilómetro 4 al borde de la carretera Sangüesa-Javier
a la derecha. Comprende este término una serie de fincas dedicadas al cereal,
el caserío con edificios antiguos ahora en ruinas y otros de reciente
construcción. El problema del abastecimiento de agua se ha solucionado desde siempre
con un pozo.
El hallazgo de los restos de la
Romanización en este lugar no se deben al azar ni a su búsqueda indiscriminada
como la mayoría de los otros yacimientos, sino que había una poderosa razón lingüística
para obtener resultados positivos. En efecto, Viloria, según los lingüistas,
proviene de la doble palabra latina "villa áurea", es decir casa de campo
dorada. Por una transformación fonética ha pasado a contraerse y a convertirse
en Viloria. En otros topónimos así llamados se han encontrado restos romanos, y
en este caso no fue difícil el hallarlos detrás de los corrales en una zona
llana antes de llegar al terraplén del camino.
Los primeros datos históricos
conocidos acerca de este lugar son del siglo XI, se conservan en el Becerro de
Leyre por haber sido Viloria propiedad de los benedictinos. En 1087 Sancho
Exemenones de Viloria vende a Sancho Aznar la herencia de Aznar, clavero de
Viloria, por dos caballos valorados en 200 sueldos; posteriormente, 1102,
Sancha de Oteiza dona a Leyre una serie de bienes, entre los cuales figura el
trujal de Ugaiceta y la heredad de Viloria. (1)
Los materiales recogidos pertenecen casi todos a la Romanización excepto
algunos de época medieval.
CERÁMICAS
ROMANAS
Cerámica sigillata
1. Fragmento de borde de forma
Riterling 8 con el labio engrosado y acanaladura en la pared, pasta rosacea no
muy dura, y tenue barniz rojo claro-dado irregularmente, por lo que se trata de
un ejemplar tardío.
2. Pequeño fragmento de la citada
forma de pasta dura rosacea y buen barniz rojo brillante.
3. Fragmento de borde
perpendicular de idéntica forma de pasta rosacea y barniz rojizo algo brillante.
4. Fragmento de pared con el
típico baquetón en cuarto de círculo de la forma 15/17, pasta excelente rosa
claro, y barniz con brillo de tono rojizo. La encuadramos cronológicamente
alrededor del siglo II.
5. Fragmento de borde de forma
Riterling 8 de buena pasta rosacea y barniz rojizo bastante brillante.
6. Borde curvo vuelto hacia
afuera de un plato forma 36 de excelente pasta rosacea y buen barniz brillante
y rojizo.
7.
Fragmento de una vasija decorada Hispánica 37 de pasta rosa y barniz rojizo
brillante, hay en el friso un motivo de separación de cuatro líneas verticales
onduladas y en el plafón tres círculos concéntricos.
8. Borde de alguna variante de la
forma Hispánica 4, su pasta es ocre y el barniz anaranjado con brillo. La
superficie exterior está afacetada.
9. Fragmento de plato de pared
oblicua de la Hispánica 6, de pasta blanda rosa claro, y barniz rojo claro muy
ligero y poco brillante, pertenece a los siglos III o IV.
10. Fondo de una jarrita de forma
no identificada con el pie alto y sobresalido formando un anillo, su pasta es
rosa, y el barniz rojo con poco brillo y dado solamente al exterior.
11. Fondo con pie moldurado de
barniz rojo claro muy tenue y sin brillo.
12. Fondo con pie muy bajo con
barniz rojizo brillante.
13. Fragmento de fondo de pasta
rosacea y barniz rojizo poco adhesivo con algo brillo, lleva un friso con
motivos vegetales y en la parte superior líneas verticales.
14. Pared y arranque del borde de
pasta rosacea y barniz tenue poco brillante, a partir de un ancho baquetón hay
una zona decorada muy toscamente con grandes círculos y un motivo vertical de
separación.
1. Pequeño fragmento en el que
aparece un hombre de cabeza monstruosa.
2. Pequeño fragmento en el que
encima de dos baquetones aparece un ave en la posición de picarse una pata y
otra pequeña ave en frente. Motivos de aves picándose tenemos en Malien. (2)
3. Fragmento hacia fondo con
baquetón con dos motivos decorativos separados por un elemento vertical, el
primero es un Eros.
4. Fragmento de pared hacia el
fondo decorado con un friso de rosetas de siete pétalos encerrados en círculos.
5. Fragmento hacia el fondo con
zona decorada, limitada en la parte inferior por dos baquetones, que consiste
en dos círculos concéntricos de líneas onduladas encerrando una roseta y cuatro
líneas verticales onduladas.
6. Fragmento decorado con cuatro
líneas verticales onduladas y pequeños circulitos.
7. Fragmento de pared y arranque
del borde con una bella decoración vegetal y floral muy en relieve. Se parece a
una de Corella sobre la forma 37 tardía. (3)
Cerámica pigmentada
8. fragmento de borde con cuatro
baquetones al exterior y forma cóncava interiormente de pasta amarillenta y
superficies de color marrón oscuro mate.
9. Fragmento de borde con dos
baquetones al exterior y engrosado interiormente, su pasta es rosa, y las
superficies van pintadas de tono rojizo y marcadas líneas negruzcas.
10. Pequeño fragmento de borde
reforzado hacia afuera, de pasta gris en el interior y rojiza en los cantos, y
superficies ocres con tonos irregulares de marrón mate.
Cerámica común y local
11. Borde inclinado hacia afuera
y con acanaladuras de una gran vasija de buena pasta color ocre y superficie
del mismo tono.
12 y 13. Dos bordes, uno
inclinado y el otro vertical, con algo de cuello que corresponden seguramente a
dos ánforas, sus pastas tienen las mismas características, son rojizas y lo mismo
las superficies que son ásperas por las arenillas.
14. Fragmento de borde y pared de
un plato que imita a los llamados de "rojo pompeyano", pasta rojiza
de grano grueso, y superficies de rojo mate con secciones grisáceas.
15. Fragmento de fondo de un plato
de pasta dura rosacea y superficies finas anaranjadas que imitan a la
sigillata.
16. Borde horizontal y pared de
una gran vasija de cuerpo ovoide de cerámica local, pasta granulosa con mica y
cuarzo, y superficies alisadas de tonos caqui claro y negruzco.
17. Gran borde horizontal de
pasta muy tosca color gris con abundantes desgrasantes de mica, cuarzo y
pequeñas piedrecillas, las superficies son de ocre claro, y el plano del borde se
ha decorado por el sistema de peine con líneas paralelas, sinuosas.
- Fragmento de fondo de dolió de
pasta gris con muchas piedrecillas y superficies ásperas y rosadas.
CERÁMICAS
MEDIEVALES
18.
Fragmento hacia el fondo de vasija de buena pasta amarillenta y superficies
lisas, más amarillenta la interior, se observa una decoración pintada con una línea curva de color
marrón oscuro.
- Fragmento de pasta color gris oscuro en el centro y en los
extremos ocre, de este tono son las superficies, más amarillenta la interior, la
decoración consiste en acanaladuras de poca profundidad.
19. Fragmento de pasta ocre, granulosa, superficie interna
muy irregular de igual coloración, y superficie externa alisada de color
grisáceo y con acanaladuras.
VALORACIÓN DEL
YACIMIENTO
Este yacimiento de Viloria ha proporcionado restos de vasos
cerámicos pertenecientes a los siglos II al IV. Dada su posición frente a
terrenos margosos muy aptos para el cultivo del cereal todo parece indicar el
que aquí hubo una villa de explotación agrícola. A esto se suma de una manera
convincente la perduración del nombre del topónimo Viloria = villa áurea, según
se ha explicado en la introducción.
Esta explotación agrícola del terreno ha tenido continuidad
a través de los siglos y en este lugar ha habido un pequeño núcleo de población
sin llegar a tener la categoría de aldea, como lo demuestran las cerámicas
medievales y la documentación histórica por la que se prueba que en el siglo XI
es Viloria una heredad. En unos corrales vivienda que se han conservado ha
habido habitantes hasta tiempos bien recientes para explotar la finca que pertenecía
a un solo propietario. Siendo por tanto posible el que estas fincas, que
formaron un fundus romano hayan sido cultivadas a lo largo de casi dos milenios
como una unidad indivisible por pertenecer a un único dueño.
(1).
GOÑI GAZTAMBIDE, J., Catálogo del Becerro antiguo y menor de Leyre, en
"Príncipe de Viana", Pamplona, 1963, does. 102 y 166. VILLABRIGA, V.,
op.cit.p.48.
(2). MEZQUIRIZ,
M?. A., Terra Sigillata Hispánica, II,lám.63,388 y 389.
(3). MEZQUIRIZ,
Mí A., Aportaciones al conocimiento de la sigillata hispánica, en
"Príncipe de Viana", Pamplona, 1960,p.243,fig.2,ll.