Santa Criz ya era un poblado en la prehistoria, y ha estado habitado hasta la Edad Media.
En zona de transición entre el Pirineo y el Valle del Ebro, la ciudad ocupaba un lugar estratégico, en una amplia atalaya, con panorámicas que alcanzan los Pirineos y dominando toda
Es un"Clásico" de la Arqueologia Nabarra, y esta situado en
En zona de transición entre el Pirineo y el Valle del Ebro, la ciudad ocupaba un lugar estratégico, en una amplia atalaya, con panorámicas que alcanzan los Pirineos y dominando toda
Es un"Clásico" de la Arqueologia Nabarra, y esta situado en
Vista aérea de la zona de la Civitas, a sus lados restos prehistóricos y medievales
Un poco apartada, a unos 300 m., se ebcuentra la zona de la necrópolis
La necrópolis vista desde el foro queda justo debajo Beragu
Vista desde el cerro este
EL NOMBRE DE SANTA CRIZ
"Respecto del nombre con que se conoce hoy el lugar –Santa Crís– siempre nos ha resultado sugerente la conexión entre la Ant(onia) Cr(h)ysaeis que aparece como dedicante de una placa funeraria hoy conservada en el Museo de Navarra y procedente de las cercanías de la antigua ciudad romana (AE, 1971, 199) y el topónimo Santa Crís, como si el cognomen de aquél personaje hubiera permanecido en el recuerdo de las gentes del lugar y, después, debidamente “sacralizado” se hubiera aplicado al montículo en el que se ubicó tan notable ciudad del ámbito vascónico."
(de OPPIDA IMPERII ROMANI - Javier Andreu)
Ya que en la placa aparece la figura de un Administrador Público,
La
Administración de la Provincia Hispania Citerior (Pablo Ozcariz)
No se conserva ninguna inscripción relativa a la
estancia de ningún gobernador en
esta zona.
Tampoco parece que hubiese ningún Legado Jurídico. En situaciones normales, los asuntos municipales
se solucionan en el propio municipio. No era requisito indispensable para administrar
justicia la presencia in situ del magistrado. Por el contrario, podía
utilizarse el medio epistolar para solucionar los casos. La validez de este
sistema era la misma que la de un juicio presencial. En nuestra opinión, es
posible la estancia del jurídico en Calahorra (Calagurris), incluso para
Pompaelo.
Tampoco es conocido ningún procurator ni portorium, si
que había en la provincia funcionarios
relacionados con los censos.
El último cargo publico no municipal conocido en este territorio
es eI dispensator Athenio. Su inscripción
fue realizada por Ant(onia) C(h)rysaeis, probablemente su compañera. La labor
de un dispensator público era la de
ser un encargado de una caja pública, de la que era administrador y a partir de
la cual realizaba los pagos. Athenio debió de morir mientras llevaba a cabo su
labor en este territorio.
HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO
En 1917 es Juan Castrillo, párroco de Sada, y delegado para la Val de Aibar, de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, el primero que documenta en el Boletín qu e imprime dicha Comisión, el encuentro de algún hallazgo prehistórico en la zona de Santa Criz.
Se trata de un "Hallazgo Histórico", hallazgo de un miliario que marca el paso de una vía de comunicación en tiempo de los romanos. Se encontró cerca de la Fuente del Moro, junto al llamado Camino de Galipentzu.
Se trata de una columna de piedra cilíndrica, de casi 2 metros de altura y 45 cm. de diámetro, que lleva tallado un texto de trece líneas
En el documento de Juan Castrillo, hace la traducción del texto, y se pregunta quien pudiera ser Cayo Julio Vero Maximino. Juan Castrillo no lo sabía, pero en su suposición lo acierta, debía ser muy culto. Ahora sabemos que "Gaius Julius Verus Maximinus" llamado "Maximino el Tracio", que sufría gigantismo y con 2,58 fué el emperardor mas "grande" de Roma, lucho con los germanos, los dacios, los sarmatas. Hace 2000 años ya lo sabían en Santa Cris. También Juan habla de fragmentos de miliarios encontrados en los cercanos Casquilletes de San Juan, término de Galipentzu, y trata de dibujar la vía de comunicación entre esta zona, Zangoza y Unx.
En el mismo 1917, en un documento de Fidel Fita desde Madrid, hace dos anotaciones sobre la transcripción de Juan Castrillo, confirma que fue en tiempos de "Maximino el Tracio", y escribe poco mas sobre el periodo.
En los años siguientes Francisco Escalada localiza multitud de restos por toda la zona, algunos de gran importancia como varias lápidas, capiteles, fustes, etc… que hoy se guardan en el Museo
de Navarra, y algunos en el de Xabier. En 1918 se encontró en Eslaba, en el término de la Encinosa un Ara a Jupiter, hay muchos mas restos epigráficos en Gure Lurra – Nuestra Val, ponemos este como ejemplo.
En 1944, el despoblado fue explorado también por los arqueólogos
Blas Taracena y Vázquez de Praga. Ambos documentaron entonces el basamento de
un templo, y restos de estructuras de vivienda, «concretamente de una casa con
impluvium, esto es una especie estanque para recoger el agua de lluvia», dice
Rosa Armendáriz. Posteriormente, Maluquer de Motes, María Ángeles Mezquíriz,
García Bellido y Carmen Castillo publicaron también en distintas fechas algunos
nuevos hallazgos.
a adm.
Sin embargo, hasta 1994, no se plantea una excavación arqueológica
sistemática del término. Esta última fue realizada finalmente por las
arqueólogas Rosa Armendáriz, Pilar Sáez de Albéniz, y Charo Mateo
quienes han
prospectado exhaustivamente el término en varias etapas.
«Aunque hicimos algunos sondeos anteriores, las primeras prospecciones fueron en septiembre de 1994 y en febrero de 1995», dice Pilar
Sáez de Albéniz. «Entonces contamos con el permiso del Gobierno de Navarra, y
con una ayuda económica de la Sociedad de Estudios Vascos>>.
"El primero de los motivos que nos llevaron a solicitar un permiso de excavación en el año 1995 el deseo de constatar mediante sondeos la
riqueza arqueológica que ofrecía la zona, la cual habíamos observado al
realizar trabajos de campo e investigación bibliográfica sobre el yacimiento.
El conocimiento que pudiéramos obtener sobre el mismo, a partir de estos
trabajos, nos permitiría diseñar un conjunto de medidas protectoras,
encaminadas a una mejor preservación del yacimiento, para el futuro.
El segundo..... Constatación definitiva de la entidad del
yacimiento que se perfila como un asentamiento urbano con capacidad suficiente
para actuar como centro aglutinador de una serie de pequeños núcleos dispersos
por las inmediaciones, y localizados en la prospección intensiva realizada en
1994. y la Existencia de una élite de población con recursos económicos suficientes como para sufragar edificios públicos de gran envergadura y costearse las inscripciones funerarias (no podemos obviar que el cerro de Santa Criz es uno de los lugares de Navarra donde mayor número de documentos epigráficos se han localizado)...."
Después de las primeras prospecciones, y debido al potencial del yacimiento y a su influencia que debía tener en su entorno, las mismas 3 arqueólogas Rosa Armendáriz, Charo Mateo y Pilar Sáes de Albéniz, continúan realizando intensos estudios sobre Santa Criz y la zona.
en 1997, realizan una Prospección de todo el término Municipal de Eslaba, si bien se habían levantado "cartas arqueológicas" de algunos municipios, esta es seguramente la exploración mas completa de un término municipal encontrándose 81 yacimientos arqueológicos, varios de ellos Protohistóricos y de la Edad de Bronce y Hierro, y de ellos 43 con restos de época Romana.
1.1. Etapa Romana
A
la escasez evidente de población durante
la Edad del Hierro, sobreviene un auge considerable en el momento de la
romanización. Esta realidad, demostrada de manera fehaciente al finalizar la
prospección intensiva de campo, se materializa en el hallazgo de 43 yacimientos
con restos romanos (mapa 5).
Estos
puntos presentan una clara jerarquía interna, apreciable fundamentalmente en la
cantidad y calidad del material recogido.
De
todos, el principal establecimiento romano es el yacimiento de Santa Criz, al
que deben remitirse los hallazgos de principal importancia: epigrafía,
escultura, estructuras in situ y abundante material cerámico y metálico. Este
núcleo, a nuestro entender, se trata de una ciudad, aunque no consideramos la
acepción del concepto ciudad en los mismos términos que civitates, sino como
centro aglutinador de una serie de asentamientos dispersos bajo su influencia,
que hunde sus raíces en la Edad del Hierro.
Se
ha venido afirmando desde hace tiempo que, a partir del siglo l d. C., el ager
vasconvm empieza a cubrirse de villae, que coexistirían con pequeñas
explotaciones o minifundios dispersos por todo el término. Las grandes villae y
los pequeños asentamientos, de acuerdo con el grado de autarquía del que
gozasen, tenían una mayor o menor coexión con los centros urbanos más cercanos:
Ilvmberri o Santa Criz (?), punto éste último que esperamos aclarar por medio
del estudio pormenorizado de la distribución espacial de los núcleos.
Los
asentamientos detectados en el término, pueden dividirse en categorías: por una
parte tenemos las villae propiamente dichas, donde a la funcionalidad agrícola
se le une la intencionalidad de hacer habitable el lugar. En esta categoría
destacamos los sitios de Valuriáin y el Alto de Janduba, así como la villa de
Lerga en la muga con Eslava (mapa 6).
Pasamos a describir someramente algunos de estos yacimientos:
VALURIÁIN
En una pequeña elevación desde la que se divisa Santa Criz, en el paraje de
Ostériz, a 504 m. s. n. m. y dominando el Barranco de los Pozos, se encuentran
vestigios de lo que fue una villa romana. De ella quedan numerosos restos
constructivos dispersos por las laderas, material de construcción de sillarejo,
fragmentos de hormigón y una serie de losetas que guardan una disposición
regular que bien pudiera tratarse de un suelo. Igualmente se encontró un
torculario y una basa de columna. Entre los materiales cerámicos se comprobó la
abundancia de TSH decorada y lisa, cerámica común, dolia y un fragmento de
vidrio verde.
Tanto
por su altitud, como por la existencia de agua en las cercanías, así como por
la constatable fertilidad de las tierras que la circundan, sería idóneo para
este tipo de asentamientos.
No
parece arriesgado en absoluto interpretar el topónimio Valuriáin como el
genitivo del cognomen Valurianvs.
Por
último señalar que la destrucción del lugar ha sido muy importante debido a las
labores agrícolas. También la conducción del gaseoducto de ENAGAS pudo afectar
a la conservación de este asentamiento.
ZABALEA
El yacimiento de Zabalea se encuentra situado en lo alto de un cerro denominado
por los vecinos del pueblo como Alto de Janduba. Las laderas presentan una
fuerte pendiente y la cumbre está formada por tres plataformas, fruto de los
aterrazamientos para las terrazas agrícolas.
En
el primero de los niveles, cultivado con olivo y almendro, se recoge dolia, TSH
y cerámica de cocina romana. El segundo está ocupado por viñedo y en él se
recoge algún fragmento de dolia. La parte más alta del cerro está sin cultivar
y aquí aparecen dolias, restos constructivos, tanto dispersos como embutidos en
un muro de contención que rodea el cerro. Entre el segundo y tercer
escalonamiento, se ha podido localizar un tramo de muro perteneciente a una
construcción antigua. Tanto los restos constructivos como la cerámica, se
extiende también por las laderas del cerro.
LA VENTA III
El día que se realizó la primera prospección de la zona (22 de septiembre de
1994), la tierra acababa de ser labrada, lo que permitió apreciar importantes
restos de argamasa romana, que se disponían en una línea de aproximadamente un
metro de anchura y paralelo al camino de Pisaldea. Evidentemente, esta argamasa
pertenecería a una edificación de época romana. Junto a esto se encontraron
abundantes restos de cerámica TSH lisa y decorada, dolia y común.
PISALDEA I
El yacimiento denominado Pisaldea I se localiza en el paraje del mismo nombre,
a la sombra del cerro de Vizcarda. Se ubica muy próximo al río Indusi y a tan
sólo 10 m. de su cauce, encontramos restos de una pavimentación romana, formada
por pequeños fragmentos de dolia y piedras unidos por argamasa. También se
hallan restos de dolia de considerable tamaño. Estos restos se concentran en la
parte más Occidental de la finca y justo al lado, se encuentra un viñedo con
una concentración de dolias, que pueden pertenecer a un edificio dedicado a la
explotación agrícola.
Posiblemente,
y relacionados con esta estructura están los dos elementos constructivos
hallados a unos cien metros de este lugar y que se denomina Pisaldea III.
Es
importante señalar que, cuando años atrás se construyó el corral nuevo de Pisaldea,
aparecieron intactas varias vajillas de almacenaje romanas.
EZPONDABE IV
De este lugar se recogen numerosos restos de cerámica romana, como dolia, TSH y
común romana en buen estado de conservación. También se recuperan dos
fragmentos de vidrio de tono azulado y un resto de talla de sílex.
NÚCLEO URBANO DE ESLAVA
Aquí se ha localizado un ara dedicada a Peremusta, que por las referencias de
los descubridores, suponemos que la pieza apareció en el patio interior de la
Casa Castillo, enterrada en el mismo y en posición vertical, que bien podía ser
su depósito primario. Las características del cerro sobre el que se asienta
Eslava, la existencia de otra inscripción empotrada en la fábrica de una casa y
el hallazgo de este ara, seguramente in situ, nos mueve a considerar el núcleo
urbano como solar de otra villa de características, desafortunadamente
desconocidas.
SANTA CRIZ,
De todos los hallazgos realizados, destaca por su importancia arqueológica el
denominado cerro de Santa Criz, importancia que viene dada, tanto por la
abundancia de material epigráfico, constructivo o cerámico, como por la calidad
de los mismos. Además, debemos añadir que la dispersión de los vestigios y, por
lo tanto del yacimiento, ocupan una amplia zona, extendiéndose por el cerro y
por sus inmediaciones.
La
bibliografía sobre los hallazgos arqueológicos en el término de Santa Criz es
muy somera, reduciéndose en la mayoría de las ocasiones a breves alusiones
incluidas en estudios de carácter general sobre la romanización en Navarra o a
la publicación por separado, de los diferentes vestigios recogidos en este
lugar.
Además,
este yacimiento es uno de los lugares de Navarra donde más documentosepigráficos se han documentado, siendo de carácter funerario principalmente.
Entre ellos encontramos un alto porcentaje de antropónimos y teónimos de
filiación indígena (Piculla, Apruncla, Peremusta...) que nos plantean la
cuestión de si nos encontramos ante una realidad protagonizada por un fuerte
sector aristocrático indígena con disponibilidades económicas (¿Acaso esta hipotética
aristocracia indígena es una pervivencia de una sociedad anterior a la
romanizada?).
Santa Criz es una ciudad que ocupa mas de 20 hectáreas de extensión, con una necrópolis de 9.000 m2., la segunda de estas características encontrada en Nabarra, después de la de Iturissa. En el foro, lo que era la plaza pública, se han encontrado columnas y capiteles de tallado muy fino, e incluso, estatuas de mármol de gran tamaño, algo inédito en Nabarra.
«Parece ser por tanto que la ciudad se extendía por la vaguada, hacia la
fuente del Moro, que estaba junto al barranco de Artamaleta. Y que al otro
extremo de la vaguada en dirección a Gallipienzo, se encontraba la necrópolis». Es en el mismo 1997 se realiza una excavación pormenorizada en la Zona de la Necrópolis, en la que se encuentran los restos de 27 incineraciones humanas y la de un animal.
En el 2001, Rosa, Charo y Mª Pilar, y con la ayuda de J.M. Reverte, director de Paleopatología Forense de la Universidad Complutense, realizan un Estudio Metalográfico y un estudio Antropológico y Paleopatológico de los restos de las incineraciones halladas.
El 30 de mayo del 2005, el Gobierno autoriza el contrato del plan director de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Santa Criz.
En la campaña del 2007 se realiza una Prospección Geofísica,
en la cual se ve claramente la Topografía urbana, y se muestran las estructuras detectadas.
El 6 de octubre de 2008, se aprueba otra partida de 100.000 €uros.
Es en el tercer cuatrimestre de 2010, cuando de un yacimiento sobre el que en los años 30 del siglo XX se sabe ya de su gran importancia; el 29 de setiembre comienzan a aparecer noticias sobre "La ciudad Romana Oculta"...., se dice literalmente
"con tanto potencial o más que Andelos o Arellano. Se llama Santa Criz y está pegado a Eslava, en el valle de Aibar. Bajo las piedras duermen los "tesoros".
"No existe en Navarra otro yacimiento tan completo. Santa Criz lo tiene todo: un sustrato prerromano fortificado con muchos siglos de historia, una ciudad romana construida al margen del castro, y una ciudad de los muertos"
"Para encontrar restos de esta magnitud hay que ir a Andalucía. Hallar una ciudad de este calibre en Navarra es algo inédito"
«No sabemos si hubo después un poblado visigodo, ni si se formó una población medieval. Lo único que sabemos, por los yacimientos arqueológicos investigados, es que aquí se construyó una de las principales ciudades romanas de la zona media de Navarra»
«A las chicas jóvenes, se les decía: a Santa Criz no tenéis que ir, como si este fuera un lugar peligroso»
«Es posible que el denominado camino viejo de Gallipienzo, que pasa por aquí, fuera en realidad parte de la calzada romana que cruzaba Navarra de este a oeste: desde la canal de Berdún (Huesca) hasta La Rioja.»
De hecho, hay dos miliarios (mojones de calzada) encontrados cerca de Santa Criz, uno de ellos en la misma fuente de Moro. Ello avala la hipótesis de que la calzada romana pasaba por las faldas Santa Criz, separando -como era habitual- la ciudad de los vivos y la ciudad de los muertos.
«Aquí había algunos edificios monumentales como el templo, la curia, y un recinto amurallado» y restos de estructuras de vivienda, «concretamente de una casa con impluvium, esto es una especie estanque para recoger el agua de lluvia». También se han descubierto tres mausoleos a dado (con forma de cubo), característicos del mundo funerario hispano romano.
Nos escribe Pilar Sáez de Albéniz Arregui, una de las Co-Directoras de las excavaciones del yacimiento.