miércoles, 21 de mayo de 2014

02.72 Puy D'Ull - Zangoza

Desde
Carta Arqueológica del término municipal de Sangüesa, de
JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA
Sangüesa, junio, 1981


PUYD'ULL

Los restos de este antiguo poblado se hallan en una pequeña colina, que es una cerca tabular de los pocos ejemplares que quedan de los depósitos cuaternarios del nivel cumbre, de 491 m. de altitud, que emerge pasado el kilómetro 2 a la derecha de la carretera de Sangüesa a Javier. Esta carretera bordea la parte norte del citado cerro, mientras que al sur hay una carretera al canal, antiguo camino hacia Aragón. La colina no tiene arbolado y en su base hay tierras de cereales y viñedos, y hasta hace poco olivares. En lo más alto se aprecian restos de edificios, los solares del antiguo poblado, y se domina un gran panorama hacia Sangüesa y Aragón. 

El nombre prueba su antigüedad, pues Puy o Poyo proviene del latino podium o lugar elevado, y Uli hace referencia al nombre del valle o vaguada, en los documentos antiguos se ha escrito Ul, Uli, Uli y Ulle. Normalmente en el habla local se le conoce como Cantera Redonda, por su forma redondeada y por haber canteras y piedras sueltas.

Históricamente este poblado está bien documentado(1) y su antigüedad comprobada se remonta al siglo XI, pues en 1052 el noble Jimeno Galindones reconstruyó su iglesia dedicada a San Bartolomé y dona al obispo consagrante una casa, quien a su vez la cedió al monasterio de Leyre. En esta villa peseía bienes un noble importante llamado Lope Fortuñones, casado con Doña Mencia de Sangüesa, prima del rey Sancho Ramírez. Hacia el año 1080 dicho noble repartió tierras y bienes, donando a San Salvador de Leyre sus casas de Sangüesa y tierras en Undués y Uli, y legando a Doña Urraca la mitad de lo que poseía en esta última villa.

Cuando Alfonso el Batallador creó el Burgo nuevo de Sangüesa en 1117 da a sus pobladores terrenos para pastar los rebaños que iban hasta Peña, Ulle y Aibar. A partir de entonces su población iría decreciendo. En 1135 figura Fortún Garceiz Casal como señor de la villa y en 1220 el abad de Uli asiste al convenio que hicieron entre los curas de Castillón y de Aibar sobre la propiedad de la iglesia de San Bartolomé. Originario de este lugar fue el obispo fray Sancho III de Uli (1260-1356) y sus sobrinos Sancho IV de Uli, lector en artes en 1362, y Martín de Uli, penitenciario del Papa y embajador real a Avignón en 1399.

Por ser este lugar frontera entre Navarra y Aragón fue muy disputado por ambos reinos, y en algunas luchas su población, ya disminuida, quedaría arrasada, pues ya no figura en los censos de población del siglo XIV. En 1509 los de Sangüesa hicieron una entrada en las fronteras de Aragón pretendiendo apoderase de Uli y Filera, pueblos que decían pertenecerles, y a su vez los aragoneses irrumpieron por tierras de Sangüesa y talaron la vega hasta dar vista a la población.

Respecto a la recogida de los materiales arqueológicos hay que hacer la advertencia de que los restos de la Romanización fueron recogidos en la base del cerro y también en una pieza de viña más hacia el este, mientras que los fragmentos de cerámicas medievales fueron encontrados principalmente en la cumbre o muy cerca de ella.


CERÁMICAS Y MATERIALES ROMANOS

- Cerámica sigillata
1. Pequeñísimo fragmento de vasija Riterling 8 con buena pasta rosacea y barniz anaranjado brillante.
2. Borde ancho y plano hacia afuera de forma no identificada con dos acanaladuras por la parte superior, pasta color ocre, y barniz mate anaranjado.
3. Borde redondeado de una forma decorada de pasta rosacea y barniz rojo oscuro desigual y poco brillante.
4. Borde de una posible forma Dragendorf 29 de pasta rosa claro, y barniz color vino con brillo. Esta última característica constituye dentro de la cerámica aquí estudiada un caso excepcional.
- Fragmento muy pequeño de pasta rosacea y barniz naranja muy claro que también constituye una excepción.
5 y 6. Dos fragmentos, quizá del mismo vaso, de pasta dura rosacea y barniz muy brillante y homogéneo rojo marrón; en uno de ellos se aprecia un friso separado por baquetones en el que van puntas de flecha, y en el otro van circulitos.
7. Fragmento de base con el pie alto y moldurado al exterior, el fondo tiene por debajo un pequeño sector plano al que sigue un círculo rehundido hacia el centro del vaso. Lleva barniz rojo algo oscuro y mate.
8. Fondo completo con el pie bajo con el barniz anaranjado, desigualmente aplicado y con brillo.
- Fragmento de fondo con pie con excelente barniz rojo brillante.
- Fragmento hacia el fondo con barniz anaranjado muy tenue y sin brillo.

Cerámica pigmentada y común.
9. Borde de triple baquetón de pasta rosacea y pigmento marrón oscuro.
10. Fragmento de fondo y pared de un plato de pasta rosa porosa y superficies ocre rojiza la exterior y rojiza la interna.
11. Borde almendrado de una gran vasija de pasta rosacea, pared del mismo color y borde grisáceo no uniforme.
12. Fragmento de ánfora con el borde inclinado hacia afuera y acanaladuras internas de pastas y superficies color amarillento.
13. Fragmento de dolia de pasta gris con desgrasantes de cuarzo y mica y superficie color ocre claro.



CERÁMICAS MEDIEVALES
14. Fragmento de borde abierto hacia afuera de pasta ocre y superficies algo rugosas del mismo tono que el indicado pero algo más oscuro.
15. Fragmento de borde y pared de una ollita de pasta dura, rosacea, y superficie con finísimas estrías de color ocre.
16. Borde y asa de algún jarro de pasta porosa grisácea y superficies rugosas ocres, en la parte superior tiene las típicas líneas que tanto abundan en este tipo de cerámicas.
17. Fragmento de asa de pasta dura, grisácea, y superficie bien alisadas de color ocre.
18. Pequeño jarrito con asa de perfil globular de pasta rosacea, superficie externa vidriada en parte color amarillo oro y la interna totalmente.
19. Fragmento de pared de buena pasta rojiza y superficie con anchas acanaladuras.
20. Fragmento de pared de pasta rojiza granulosa, superficie interna de igual gama y externa gris negruzca con acanaladuras.
21. Cerámica de muy poco peso con pasta porosa grisácea, superficie de igual color, la interna alisada y la externa con anchas acanaladuras.


VALORACIÓN DEL YACIMIENTO

Los materiales cerámicos romanos se encuadran dentro de la época imperial y, dada su fragmentación, es difícil darles una cronología, no obstante por los barnices pueden datarse entre el siglo II al IV. Su situación junto a una gran explanada hacia el río Onsella posibilita el pensar que debió ser una villa de explotación agrícola.

Si tenemos en cuenta la historia documentada de la introducción y los materiales medievales recogidos proporcionan una sólida base para probar que la tal villa tuvo, a través de una época oscura, una perduración en su poblamiento. Sus habitantes en uña época indeterminada, pero quizá a finales de la alta edad Media, cambiarían el emplazamiento de su población, trasladándose desde las laderas y llanura a la cumbre, en donde edificaron el poblado medieval cuyos restos han persistido. Las razones que les debieron mover a ello serían el que en una época muy agitada por las guerras el asentamiento en la cumbre ofrecía mayor seguridad. Se ha comprobado que este fenómeno es bastante generalizado.



(1). ANCIL, M., Monografía de Sangüesa, op. cit. págs. 74 y 129. VILLABRIGA, V., op. cít. p. 28 y doc. 5, p. 145. MARTIN DUQUE, A.J., Documentación medieval de Leire (siglos IX alXII), Pamplona, 1983, does. 47, 128, 204, 205, 268 y 307.