martes, 9 de abril de 2013

05.01.2010.07.29 Oibar busca su castillo (Diario de Noticias)


Aibar busca su castillo

EN EL AÑO 882 LOS MUSULMANES ARRASARON EL CASTILLO DE AIBAR. EN 2007, LA SOCIEDAD DE CIENCIAS ARANZADI INICIÓ UNA INTERVENCIÓN QUE HA CONTINUADO ESTE VERANO. 21 JÓVENES TERMINARON AYER EL CAMPO DE TRABAJO EN EL QUE HAN DESCUBIERTO EL POSIBLE ALJIBE

Marian Zozaya       Jueves, 29 de Julio de 2010

Los participantes, trabajando en los restos el martes pasado, último día de la intervención de este año.
Los participantes, trabajando en los restos el martes pasado, último día de la intervención de este año.


"AHÍ, probablemente, aparecerá el suelo", explica en El Cerco de Aibar el director de la excavación, Javier Buces, al concejal de Cultura, Josu Pérez de Iriarte. "Todo se da, de momento, por supuesto y es del todo probable, pero lo cierto es que nos encontramos ante un hallazgo relacionado con el castillo medieval", afirmaba el director de la última intervención de la Sociedad de Ciencias Aranzadi que terminó ayer.
Sus protagonistas han sido durante los últimos quince días 21 jóvenes estudiantes de diferentes puntos del país participantes en un campo de trabajo organizado por el Ayuntamiento, el Instituto Navarro de la Juventud y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Desde el 16 al 28 de julio, han realizado excavaciones arqueológicas en el término de El Cerco, justo donde se supone que se levantó el castillo, arrasado por los musulmanes en el año 882. Esta labor la han combinado con actividades de convivencia, lúdicas y culturales que les han permitido disfrutar y conocer buena parte de la zona.
"Pensábamos que excavábamos la torre del homenaje, porque se encuentra en la parte más alta, por la cimentación, una circular y otra posterior, cuadrangular, pero esto bien podría tratarse del aljibe por su construcción hacia abajo, por el suelo permeable, y por su forma de pozo", exponía. De ser catalogado así, se trataría, explicaba, de un aljibe pequeño, que pudo ser aprovechado posteriormente para la construcción de un pequeño nevero. El concejal de Cultura Josu Pérez de Iriarte apuntaba que en la localidad siempre se ha hablado de la existencia de uno, "pero nunca se ha sabido su ubicación".
TERCERA INTERVENCIÓN
Experiencia enriquecedora
Con estos trabajos, Aranzadi da por finalizadas las excavaciones que comenzaron en el año 2007 y se retomaron, sin finalizar, en 2008. Esta tercera intervención en El Cerco de Aibar ha tenido tres fases: la preparación del proyecto de excavación, el trabajo de campo, y la memoria y conclusiones que darán pie al estudio comparativo que revele si se trata verdaderamente del aljibe. Por su parte, el Ayuntamiento, sensible con el tema, tal vez se plantee nuevas intervenciones para recuperar este patrimonio, o más bien deje la puerta abierta a futuras decisiones políticas. "Yo me lanzaría a buscar la muralla", afirmaba Pérez de Iriarte, pero añadía que no es fácil porque la documentación existente es privada, y porque este terreno ha sufrido dos repoblaciones y está muy alterado.
Amadeu Giner Pons, Andrea Lamas Taboada y Berta Iribarren Albisu, de Valencia, Santiago de Compostela y Pamplona, respectivamente, han formado parte de este grupo de veintiún jóvenes estudiantes que se animaron a apuntarse en sus ciudades de origen. Futuros estudiantes de Ingeniería Aeronáutica, Educación Social y alumna de Arquitectura Técnica, se vieron atraídos por las actividades arqueológicas y por la posibilidad de ampliar relaciones.
Al resultado global los tres le conceden nota alta. Han dedicado las mañanas a trabajar en El Cerco, con calor, con cierzo, con humor, música y un ambiente extraordinario. Unos en el interior de la base de piedra, otros por fuera, han realizado labores de excavación, limpieza de las juntas con cepillos, búsqueda de restos de cerámica, huesos y metales. "Esperábamos encontrar algo más", expresaba Amadeu Giner. Andrea Lamas indicaba que a ella le habría gustado encontrar huesos humanos, y no de animales. Por su parte, Berta Iribarren destacaba lo mejor de la experiencia: la diversidad de edades (de 18 a 25), y de procedencias, y todos coincidían en la sorpresa que les había causado Aibar y alrededores. "Hemos visitado la Foz de Lumbier, la Sierra de Urbasa, Sangüesa, y hasta Pamplona. Esperábamos encontrarnos un pueblo con cuatro casas y hemos hallado uno lleno de vida, que hasta tiene Gaztetxe", matizaban.
En él precisamente realizaron ayer la fiesta de despedida: una comida popular en la que se mezclaron, entre otros platos, la paella valenciana, con el pulpo a feira, y tal vez, con unos espárragos de Navarra. Otros sabores proceden de Cataluña, País Vasco, Cantabria, Murcia, Andalucía, Castilla y León y Canarias.