LOS MOSAICOS ROMANOS DE
LIÉDENA – Julio Altadill - 1921
El día
21 de Febrero se recibió en esta Comisión un aviso del delegado de la misma en
Liédena Sr. D. José de Oyaga, participando haberse hallado casualmente, en
jurisdicción de dicho pueblo, un mosaico romano, y acompañando dos pequeñas
muestras en las que se veían teselas blancas, negras y rojas.
Inmediatamente
dispuso el Presidente Sr. Campión que pasara á dicho punto el que. suscribe y,
sobre el terreno, comprobara el alcance del hallazgo, ordenase los trabajos de
excavación, tomara las determinaciones procedentes y diese cuenta 'á esta
Comisión á su regreso, formulando la Memoria correspondiente si la importancia
del caso lo merecía.
El
designado dedicó el día siguiente á documentarse, reuniendo al propio tiempo
elementos de fotografía y dibujo, mapa orográfico de aquella comarca, brújula,
cinta métrica, barómetro de alturas, etc., y avisando á Liédena se dispusieron
otros materiales para el día 23, en que se presentaría allí, á cuyo efecto salió
de madrugada por el tren eléctrico de la línea del Irati.
Personado
en el paraje, procedió á examinarlo minuciosamente, anotando en el cuaderno
respectivo las circunstancias precisas, á presencia y con la información de
dicho señor Oyaga, del médico, el maestro del lugar y de los señores
propietarios D. Nicanor Pérez de Obanos y D. Angel Arina, los cuales se
ofrecieron desinteresadamente á colaborar. en cuanto les fuera posible; resultó
determinada desde ese momento la situación del mosaico en los términos
siguientes:
Distancias:
á Liédena, 2.600 metros; á Sangüesa 6.900; á la venta de Lumbier 3.500; á
Pamplona 37 kilometros; al empalme de Noain 32; al río Irati 260 metros; á la
línea férrea, en la margen opuesta, boca del tunel, 380 metros; la carretera de
Pamplona á Sangüesa pasa por O. inmediata á las fincas rústicas de que más
adelante se hará mención.
Al N.
de las mismas, dirección de Pamplona, hay un escarpado y barranquillo de doce
metros de desnivel aproximadamente; por el Sur, en dirección á Sangüesa, el
terreno apenas ofrece rampa ni pendiente en un principio; á los 350 metros se
presenta en declive suave; y por el E. se halla un murete de contención y un
escarpado que continúa hasta el río, en cuya orilla opuesta se encuentra la vía
férrea eléctrica que se introduce por túnel en la foz imponente y magestuosa
del río Irati, divisándose al fondo el monte y ermita «La Trinidad», en
jurisdicción de Lumbier. La altitud del paraje es de 431 metros sobre el nivel
del mar.
El
terreno se presenta en fuerte declive casi escarpado de S.O. á E.; allí mismo y
á la vista se hallan muchos vestigios de construcción de piedra, abundante
loseta de cubiertas, fragmentos de variada cerámica romana, argamasas del
mismo origen y algunas (muy pocas hasta ahora) monedas, romanas también, de
todo lo cual se ha de ocupar oportunamente la Memoria que abarque este hallazgo
en todos sus aspectos.
El
terreno es de calidad arcilloso-rojiza, que recuerda el material llamado
kaolín, abundante en esta jurisdicción y en la cercana de Lumbier, de
excelentes condiciones para la producción cerámica. Los fragmentos en gran
número recogidos ofrecen mucha variedad; vasijas fragmentarias grandes y
pequeñas, gruesas y finas, con ó sin relieve, de pasta homogénea y combinada,
ladrillos de proporciones grandes y pequeñas, con labra y sin ella, cuadrados
los mayores, rectangulares los menores, notándose en éstos estrías finas en
unos, gruesas en otros, pero en una sola de sus caras, precisamente en la que
carece de adherencias de mortero ó argamasa, lo cual nos induce á suponer que
desempeñaron papel no de pavimento y sí decorativo en zócalos, cuya altura no
podemos ya precisar, porque, á excepción de dos machones de menor altura que
ochenta centímetros, los muros que aparecen con un espesor uniforme de 45
centímetros, no pasan de 25 centímetros de altura.
El descubrimiento fue debido
á labores de desfonde y ondalan, roturando un terreno que se dedicaba á viña y
no había sido antes cultivado; esta finca pertenece al vecino de Liédena D. Angel
Arina, al cual se ha declarado la gratitud de esta Comisión por su generosidad
en consentir las excavaciones; el mosaico hallado en este lugar era incompleto,
dimensiones 3'00 por 1'14 metros; el trozo descubierto tenía forma de tina
semielipse en el sentido del eje mayor; descubrimos en él tesselas blancas tamaño
más reducido que el corriente, sirviendo de fondo; una cenefa lisa recta de
tres tesselas de anchura, negras, doblándose en elegante rombo en el único
ángulo á la vista; é inmediato á éste, un medallón circular de 32 centímetros
de diámetro, con dibujos geométricos en negro y rojo.
Investigado
el suelo debajo del mosaico en su periferia, no hemos hallado conducción de
aguas ni otro indicio digno de mención, pero sí tina particularidad que alejaba
la posibilidad de arrancarle en buenas condiciones, porque sin necesidad mas
que de un débil arañar en el mortero ú hormigón, éste cedía pulverizado entre
los credos, saturado de hidratación, en grado tal, que un tercio del mosaico
presentaba un grueso abultamiento de unos siete centímetros de altura. En su
consecuencia ha vuelto á cubrirse con un espesor de 70 centímetros.
Hasta
aquí no habían alcanzado los trabajos grande importancia; pero excitada nuestra
curiosidad por lo que llevamos expuesto; induciéndome á á pensar que los
machones antes indicados preludiaban la existencia de un edificio; y calculando
que la gran cantidad de loseta allí existente acusaba tejados derruidos de
superficie extensa, investigué con rudimentario procedimiento, en dirección
Sur, de acuerdo con el señor delegado de la Comisión D. José Oyaga y del
propietario de la finca rústica inmediata, don Nicanor Pérez de Obanos, como
también de otros señores allí presentes ; y en efecto se fortaleció la
hipótesis de que la villita ó vivienda romana se extendía en dirección Sur, á
continuación del pequeño mosaico de 3'42 metros cuadrados ya descrito,
internándose en otra finca, (la mentada de D. Nicanor Pérez de Obanos);
obtenida de este señor la misma autorización y testimonios vivos de su
entusiasmo por los trabajos, se reanudaron desde luego éstos sin más
interrupción que dos días de lluvia y un domingo, dando por resultado el
aparecer un departamento pavimentado de mosaico, rodeado del muro que ya he
anotado, pero en el . cual se hallaron piedras con alguna labra, delatoras de
cierta suntuosidad; y por una interrupción de dicho muro, vinimos en
conocimiento de que todavía se prolongaba más, al Sur, la construcción, indicio
que á luego se comprobó con una cata abierta á 80 centímetros de profundidad y
siete metros 'de distancia, en cuyo fondo hallamos un tercer mosaico, del cual
hasta la fecha no puedo aventurar todavía más que su dibujo geométrico.
Volviendo
al citado departamento, primero de la finca del Sr. Pérez de Obanos, haremos
constar que sus dimensiones son 7'50 por 7'50 metros (56'25 metros cuadrados)
que su decoración es toda geométrica, dividida en cuatro cuadros cuya traza se
repite dos á dos en sentido diagonal, no sin ligeras variantes, es decir, que
no son perfectamente idénticos; en los bordes E. y O. del mosaico (visto en su
totalidad) hay una cenefa, ancha de 53 centímetros, representando rombos
cruzados con círculos; los colores son: blanco el fondo, negro, rojo, azul
oscuro y algún verde, los cuadrados inscritos unos en otros en sentidos
diagonales, los círculos concéntricos bordeados de lindísimos entrelazos, los
rombos entrelazados graciosamente, los medallones rectos y curvos intercalados
con delicado gusto y los finos y elegantes trenzados que abundan en el
pavimento de esta estancia.
En el
borde N. de este departamento hay una ligera depresión, descubriéndose allí
una conducción subterránea de aguas, la cual ha podido originar algún ligero
desperfecto en el mosaico descrito.
Continúan
hacia el S. y el E. las excavaciones, imperando en ellas el método más racional
y científico sin emplearse herramientas que puedan deteriorar los mosaicos que
siguen apareciendo. pudiendo citar otro del cual se descubrieron seis metros
cuadrados el día 16 del actual, también geométrico, muy distinto de los
anteriores.
Se ha
recomendado por medio del Sr. Gobernador la vigilancia de la Guardia civil, y
por medio del Alcalde igual servicio á los guardas rurales.
Las
indagaciones practicadas permiten afirmar que dentro de la primera de las
citadas fincas, á quince metros de la vivienda descubierta, se halló, hace dos
años, una serie de doce hornos pequeños (para cocer cerámica, según mi
parecer), dispuestos en semicírculo, pudiendo deducirse sus dimensiones
aproximadas por el lugar que ocuparon y por el arco de la boca de uno de ellos
que se ha encontrado; argamasa calcinada procedente de los mismos también
hemos hallado en abundancia; la leve depresión del terreno en ese punto
permite deducir que los hornos eran de volumen reducido (1`50 metros de
diámetro ?)
Antes
que estos hornos, fué destruida en el pasado siglo la necrópolis de esta villa
romana, á juzgar por las declaraciones arrancadas á los naturales del país,
determinando su situación unos 280 metros en dirección Sur.
En el
número próximo, si la excavaciones han terminado, hallarán nuestros lectores
detalles más circunstanciados, y á ser posible ilustraciones gráficas; por el
momento, creemos que el hallazgo ha adquirido gran importancia arqueológica,
pudiendo tal vez sobrepasar de 100 metros cuadrados la superficie pavimentada
de mosaicos que se descubran.
Las
primeras monedas halladas pertenecen al Emperador Antonino (138-161) de
Jesucristo) y su esposa Faustina. Las siguientes encontradas, á Merco Aurelio
y á Maximino 1.°, según clasificación del Sr. Vengoechea.
Los vestigios traídos á
esta capital han sido examinados por el personal de esta Comisión,
reconociéndose mucha variedad de producción en la industria cerámica
mencionada, lo cual, como también las monedas citadas y la calidad de'los
mosaicos, permiten fijar en el siglo 3.° de nuestra era la data de este
magnífico vestigio romano.
El
lugar está siendo visitadísimo; del valle de Aibar, de Lumbier, Sangüesa,
Rocaforte, Pamplona, Idocin, Monreal y otros puntos, acuden por centenares los
curiosos, para contemplar el bellísimo hallazgo.
JULIO ALTADILL