miércoles, 13 de abril de 2011

00.01 Como comenzó Gure Lurra - Geologia

El Inicio del Universo, la Vía Láctea, el Sistema Solar y la Tierra (1)



La formación de los Continentes, Europa... (2)

Además del movimiento de los continentes, en la  Tierra  hubo mucha actividad tectónica y volcánica, grandes glaciaciones que cubrieron casi toda la  Tierra , tiempos de sequía que hizo que hasta el Mar Mediterráneo se secara, se dice incluso que varias veces.

En el principio, claro está, todas las rocas que hubo en la tierra eran de origen Ígneo, o sea formadas a partir del enfriamiento de magma, la  Tierra  era una "bola de fuego". Mas tarde se formaron las rocas metamórficas, que sin llegar a fundirse, estuvieron sometidas a grandes presiones y temperaturas. Por fin las rocas sedimentarias, que se forman en zonas superficiales de la corteza terrestre a partir de la sedimentación de materiales provenientes de otras rocas y/o detritus orgánicos.

ES fácil conocer si un territorio estuvo antes bajo las aguas del mar, si en el mismo se encuentran fósiles de animales que vivían en él.

En base a la formación de la corteza terrestre y a sus componentes, se sabe en que periodo se formaron las diferentes zonas, así lo primero que emergió del mar en la Península Ibérica fue el Macizo Galaico, (3).


 



En el  Universo, dentro de la Vía Láctea, en el Sistema Solar, en la Tierra    , en la parte occidental de  Europa, justo en el centro del Golfo de Bizkaia,

se encuentra Nuestro Pais

y en la parte Media Oriental está
"Gure Lurra – Nuestra Val"

GEOLOGIA
A efectos de estudiar el inicio de La  Tierra, se divide el tiempo en Eras Geológicas, y/o Periodos: Primario (ahora Paleozoico), Secundario (Ahora Mesozóico), Terciario (Ahora Cenozóico) y Cuaternario.

Durante la Era  Primaria se alzaron los Pirineos desde el este hacia el oeste, cuando surge la parte nororiental de Nabarra, y será durante la Era  Secundaria  cuando se terminan de formar los montes que circundan "Gure Lurra – Nuestra Val"

Aunque como se ha explicado, el  Pirineo comenzó a emerger hace unos 60 millones de años, desde el Oeste, tardando millones de años en formarse y estabilizarse tal como ahora lo conocemos.
Mapa Geológico


Este mapa (4) nos muestra los periodos en que se formó  "Gure Lurra – Nuestra Val", desde hace unos 30 hasta hace unos 2 millones de años. Nos indica por ejemplo que en la Unidad de Uxue, existen limos con canales de arenisca de unos 23 mill/años, los conglomerados de Galipentzu son de unos 21 mill/años, las margas, limos y areniscas de Zangoza 18, margas con niveles de caliza de Eslaba 16, areniscas y margas de Ledea 13.

En el Esquema Téctonico, vemos que existen las Fallas de Leire, Ledea, Oibar-Zangoza, Moriones, Eslaba y Galipentzu, y hay 3 Anticlinales (Foz de Ledea-Irunberri, Undués y Eslaba), y los Sinclinales de Zangoza, Xabier y Aiesa-Olleta).


Introducción (5)
Desde el punto de vista geológico, toda "Gure Lurra – Nuestra Val" forma parte de una zona mucho mas amplia, que afecta tanto al Valle del Ebro como al  Pirineo, y por extensión a la Cornisa Cantábrica.
Durante el Paleozóico inferior, esta zona formaba parte de una amplia cuenca marina donde se estaba produciendo una activa sedimentación típica de Geosinclinal, depositándose importantes masas de cuarcitas azoicas y esquistos negros.
A finales del Silurico se producen los movimientos Caledonianos, responsables de la formación de los umbrales del Ebro y Akitania y de la elevación de los primitivos fondos marinos. En estos momentos, esta zona está ocupada por un mar de escasa profundidad, donde se depositan calizas muy ricas en fragmentos coralinos. Esta situación se mantiene hasta finales del Carbonífero, momento en el que se produce la Orogenia Hercínica, responsable de la emersión de los Macizos de Akitania y Ebro y del umbral Pirenaico.

Era Mesozóica o Secundaria
En estos momentos, los Macizos Paleozóicos ya habían sido totalmente arrasados por la erosión, hasta tal punto que constituían una amplia penillanura de escasa altitud. A finales del Triásico (Keuper), se produce una amplia regresión marina, quedando numerosas zonas ocupadas por lagos, pantanos, marismas, deltas, etc. En estas zonas se van a depositar minerales de grano fino (predominio de la decantación y evaporación), pudiendo destacar las arcillas, sales, yesos, etc.
La regresión Triásica finaliza en el período Jurásico, dejando paso a una nueva pulsación transgresiva como consecuencia del hundimiento generalizado de la Cuenca Cantábrica. En estas condiciones, van a depositarse importantes masas de calizas y margas fosilíferas. A finales del período Jurásico y principios del Cretácico, se produce la emersión de un continente al Norte de Burgos (unido al de Asturias y a la Meseta), y la elevación de los Macizos Paleozóicos Vascos y del Macizo del Ebro. Todo ello, determina la individualización del Golfo de BiZKAIA, separándose por vez primera las aguas del Mediterráneo y del Cantábrico.
Durante el Cretácico, se producen diversas elevaciones y hundimientos del fondo de la cuenca sedimentaria Cantábrica, lo que se traduce mediante fuertes variaciones del nivel del mar acompañados de cambios sustanciales en la sedimentación. Así, a principios del  Cretácico  (finales del  Jurásico), se desarrolla la facies PurbeckWeald que durante el Aptiense deja paso a una activa sedimentación de origen continental procedente de las áreas emergidas periféricas: Macizos  Paleozóicos  Vascos, bloque de la Meseta, etc.
A finales del Albiense se produce una nueva fase de inestabilidad tectónica, lo que provoca el levantamiento generalizado de las áreas emergidas, así como el hundimiento del fondo de la Cuenca. Los procesos erosivos comienzan a desmantelar los relieves recién elevados y hasta la cuenca de sedimentación llegan enormes masas de sedimentos arcillosos, arenosos y calizos configurando la facies supraurgoniana (entierra las formaciones arrecifales) y la facies flysch.
Al mismo tiempo, el fondo de la Cuenca se ve agitado por importantes manifestaciones volcánicas, responsables de la formación de coladas y depósitos vulcanoclásticos de potencia diversa y características contrastadas. A finales del Cretácico, se producen una serie de movimientos tectónicos que anuncian ya la orogenia alpina. Estos movimientos provocan el levantamiento del umbral Bizkaino, Macizo del Ebro y Macizos Paleozoicos Vascos.

Terciario o Cenozoico
Inicialmente, el Terciario mantiene características similares a las descritas durante el Cretácico. Ahora bien, a finales del Eoceno esta situación se ve profundamente alterada como consecuencia de la orogenia alpina (plegamiento pirenaico). Los materiales que colmataban la Cuenca se pliegan al ser comprimidos por las placas Ibérica y Europea. Todo ello, provoca el levantamiento y emersión definitiva del umbral Pirenaico, adosándose a él una serie de pliegues formados a partir de los materiales depositados en la Cuenca (Prepirineos, Sierras exteriores prepirenaicas y Depresión Media). El Macizo del Ebro se hunde, siendo ocupada esta zona por dos cuencas lacustres de desigual desarrollo. Una, muy reducida, se desarrollaba entre Treviño y Valdegobia, mientras que la otra, mucho más amplia, ocupaba "grosso modo", la actual Depresión del Ebro. Otras zonas lacustres mas pequeñas, queda encerradas por ejemplo en la zona de los Urraules (A,B) y Romanzado, que se abrió paso por la Foz de Ilumberri, y la de "Gure Lurra – Nuestra Val" que encontró salida por el estrecho de Gallipentzu, dejando las “terrazas” que ahora conocemos.
Originalmente, esta cuenca podía definirse como un brazo de mar, que paulatinamente se convierte en un amplio lago salado debido a la gradual elevación de su sector más oriental. Todo ello determina la formación de una cuenca lacustre y subsidente que recibe ingentes masas de sedimentos procedentes de los relieves recién conformados:  Pirineos y Sistema Ibérico.
El desmantelamiento erosivo de las áreas emergidas es tal, que a finales del Mioceno, la cordillera Pirenaica apenas sobresale de la masa de derrubios que empastan sus valles, y las cuencas lacustres anteriormente citadas han experimentado ya un fuerte proceso de colmatación. El lago del Ebro consigue abrirse paso hasta el Mediterráneo, iniciándose su vaciado.

Durante el Cuaternario se produce la organización y encajamiento de la red hidrográfica, 

sucediéndose períodos de incisión {formación de valles en V) y acumulación {terrazas fluviales). Al mismo tiempo, la línea de costa experimentó importantes variaciones, alternándose momentos de regresión {retirada del mar coincidiendo con las fases frías Cuaternarias) y transgresión {modelado de las rasas o plataformas de abrasión marina). Estas oscilaciones tienen un origen glacioeustático y epirogénico.
En las áreas montañosas, se desarrollan diversos aparatos glaciares {sobre todo en los  Pirineos), así como un activo periglaciarismo responsable de la formación de numerosos depósitos de ladera constituidos por clastos aristados de litología diversa que pueden aparecer o no ordenados.
Por último habría que reseñar la importancia de los procesos de disolución responsables del modelado de un importante paisaje kárstico {cuevas, simas, dolinas, lapiaces, surgencias, etc.).
El relieve de nuestra zona se encuentra justo en medio de dos unidades morfoestructurales claramente contrastadas:  Pirineos y su prolongación occidental {Montes litorales) y la Depresión del Ebro.
El Prepirineo se dispone adosado al eje axial Pirenaico. Esta formado por materiales MesozoicoTerciarios (calizas, margas flysch , fundamentalmente), que han sido plegados durante la orogenia alpina.
Esta subunidad se desdobla en dos alineaciones montañosas muy nítidas: una interna, donde se localizan las máximas alturas de la Sierra, y que recibe el nombre de Sierras interiores, y otra externa, paralela a la anterior y de alturas más modestas, que se conoce con el nombre de Sierras exteriores. Entre ambas se desarrolla la Depresión Media Prepirenaica. Todas estas subunidades presentan un dispositivo paralelo (E-W), únicamente interrumpido por diversas incisiones transversales que modelan una serie de angostos valles de dirección N-S (cluses y ruces).

Sierras interiores
Las Sierras Interiores constituyen una alineación montañosa muy continua, de dirección general Este-Oeste o Noroeste-Sureste. Están formadas por potentes barras calcáreas de edad Mesozóica Terciaria, con eventuales intercalaciones de  margas  y/o materiales flyschoides, blandos y poco resistentes a la erosión, lo que ha favorecido el desarrollo de valles más amplios y accesibles.
La intensa actividad erosiva de los ríos Pirenaicos, y la existencia de materiales de dureza contrastada han favorecido el modelado de un conjunto de valles, de dirección general Norte-Sur, que reciben el nombre de valles orientales y centrales navarros (Roncal, Salazar, Erro, Urrobi, etc.). Cuando estos ríos atraviesan materiales duros se forman valles muy encajados, cascadas y foces (foz de Minchate, Lumbier, Arbayun, Burgui, etc.), mientras que cuando atraviesan materiales margosos y/o flyschoides, se abren considerablemente.
Los interfluvios que separan estos valles son muy abruptos y escarpados y están profundamente karstificados. Es aquí donde se constatan las máximas alturas de Euskalherria, rebasándose incluso los 2.000 metros: Mesa de los Tres Reyes (2.438 m.), Peña Ezkaurre (2.407 m.), Ori (2.021 m.). Debido a la importante altitud de estas cotas, el glaciarismo ha dejado su impronta en todas estas montañas. Durante el Cuaternario, amplias zonas de los  Pirineos fueron cubiertas por importantes glaciares de valle, lo que determinó el desarrollo de valles en artesa (p. ej. Belagua), circos, morrenas y otros restos que atestiguan esta actividad.
El fondo de la Depresión está parcialmente colmatado por materiales Cuaternarios de origen fluvial (terrazas, relleno de fondo de valle, conos, etc.) y coluvial.
Cantidad de material de aluvión, piedra, canto rodado, arenas, tierra fértil…,  que han recibido durante milenios, milenios y milenios Nuestra Val, ha sido desde esos valles.
Predominan las formas estructurales sencillas, aunque el relieve se complica paulatinamente desde el centro hacia los bordes de la cuenca, ya que éstos fueron afectados por las últimas pulsaciones alpinas.
Se identifica con el borde de la antigua cuenca Terciaria. Fue afectado por la orogenia alpina, de ahí que los materiales aparezcan plegados (E-W), tal y como se observa en los sinclinales de Rocaforte y en los anticlinales de Lerga y Aibar. La desigual dureza de las rocas y la intensa acción pluvial y fluvial ha determinado el modelado de una serie de cuestas, crestas y cerros, separados entre si por valles más o menos amplios y cubetas.

Fácilmente se ve en las sierras del norte grandes masas calcáreas, la mas clara en la Sierra de Leire;

 y al sur, montes mas suaves, de aglomerado de cantos rodados, que se ven claramente sobre todo en Beragu, y alrededores de Galipentzu. (El Bollo, Peña los Cuervos y Cubilar), y lo mismo claramente en todo el cresterio de Peña.
Esos cantos rodados demuestran que han dado vueltas y vueltas sumergidos en el agua, durante millones de años, mas tarde y por sedimentación, se han unido fuertemente formando grandes masas rocosas. Hay por toda  "Gure Lurra – Nuestra Val" , multitud de fósiles, que igualmente demuestran que toda ella estuvo cubierta hace millones de años por el mar.

Información obtenida desde:
(1) Un reportaje largo pero muy bueno
(2) Desde dibujos formación Continentes
(3) Desde Geología - Flora amenazada de Aragón,
(4) Mapa del IGME
(5) de (Jm Edeso) y otros